El Inicio

¡Qué cosa tan incómoda es hablar de uno mismo! Sentarme frente al computador con todas las ganas de compartir hizo que me trague las ideas de golpe. Todo se embotelló en la garganta; y eso que ni tengo que usar la voz. Se me trabó la lengua y de paso entorpeciendo el cerebrito. Entonces empecemos por el comienzo y sacudiendo el achole que me cargo.

Soy Teressa y vengo a compartir con ustedes mi vida. Tengo veinticuatro años y no hace mucho me encontraba en un proceso de búsqueda activa de ocupación y emprendimiento (los envidiosos dirán “desempleada”). Todo comenzó con la inmensa incógnita de qué quiero en la vida y que me hace feliz. ¿Qué me inspira? ¿Qué me motiva? ¿Qué es lo que quiero lograr para mí?

Después de una larga serie de preguntas, llantos y mocos por lo menos pude resolver lo que NO quiero en mi vida. Por lo que dejé mi trabajo anterior para realmente luchar por mis sueños. He ahí la nueva incógnita más el arrepentimiento de haber visto tanto video y testimonio motivacional. Desde ese día desarrollé un tembleque en las rodillas combinado con una constante sudoración controlada por la duda. A esto súmenle los problemas estomacales y la caída de pelo que van de la mano con el estrés. Ahora sí era una Barbie Malibú completa.

Hoy en día, me encuentro en la secuela de preguntas, llantos y mocos. Pero gracias al apoyo de tantas personas que me rodean, finalmente perdí el ahueve de empezar de cero. Eso sí, con el miedo no les puedo asegurar nada porque hasta cuando aprendí a manejar cerraba los ojos del pánico que tenía. Como dice mi abuelita, es parte de.

Quiero contarles acerca de mi camino para que compartan sus experiencias y vivencias en la vida de los adultos que resulta mas complicada que trámite tributario. A pesar de que he logrado responder muchas de mis preguntas, recién estoy comenzando a desarrollar mis ideas y no quiero dejar a un lado a todas las personas que pueden estar atravesando por lo mismo. No estamos solos, sino bien acompañados.